En el proyecto de investigación del Museo Universitario, publicado en septiembre de 1981, se creó la Biblioteca del Libro Antiguo, con el propósito implementar un espacio especializado en donde se depositará material bibliográfico anterior a 1950 que se retirará de circulación por desactualización o mal estado de conservación de las distintas bibliotecas universitarias pero que por su valor cultural se deben resguardar como parte del patrimonio universitario.
Su ubicación se estableció en el antiguo edificio de la Universidad designado para el funcionamiento del Museo de la Universidad de San Carlos, donde se encontraba parte de lo que fuera la biblioteca de la Facultad de Derecho, proyectando además recoger material bibliográfico de alto valor cultural en todas las unidades académicas, incluyendo la Biblioteca Central, libros que constituyen el fondo bibliográfico de las corrientes de pensamiento y acción de la Universidad de San Carlos.
Dentro de la etapa de implementación del Museo Universitario, se planteó la adaptación del área destinada para la biblioteca en el salón del Decanato, para luego proceder a la ubicación de las libreras que dejara la Facultad de Derecho a su traslado a la ciudad universitaria en donde se ubicó el material bibliográfico que estaba en precarias condiciones de almacenaje, de acuerdo a la clasificación que se realizó en 1,988 de conservación, encuadernación y en buen estado.
Para la etapa de catalogación e inventario de los libros, se han realizado innumerables gestiones pero a la fecha no se cuenta con recurso humano especializado para dicha labor y que se encargue de la atención de los visitantes que deseen consultar las publicaciones.
La Biblioteca del Libro Antiguo se proyectó dentro del funcionamiento del Museo para el servicio de estudiantes, profesores e investigadores en busca de temas específicos, a través de este proyecto que será revisado y enriquecido por el profesional de bibliotecología que contrate para su funcionamiento, al obtener los recursos financieros necesarios.
ANTECEDENTES
La Biblioteca del Libro Antiguo se estableció según acuerdo del Rector en funciones, Licenciado Leonel Carrillo Reeves, instituyendo que en dicha Biblioteca se reunieran las obras más representativas que se publicaron antes de 1950 y que estuvieran formando parte de las diversas bibliotecas universitarias entre el material de descarte.
En la etapa de formación del Museo, en 1981 se comenzaron a recolectar y a depositar libros en el salón de la Antigua Biblioteca de la Facultad de Derecho, en malas condiciones de almacenaje que provocó daños en la colección por la contaminación y humedad, por lo que el departamento de mantenimiento preparo estanterías con tablas y block para levantarlos del suelo por sugerencia del la Escuela de Bibliotecología.
En octubre de 1986, se iniciaron los trabajos de rescate del material allí depositado, a cargo de la División de Servicios Generales, realizando un proceso de limpieza, fumigación, clasificación y embalaje, también se inicio el acopio de libros de otras unidades como el Centro Universitario de Occidente (CUNOC) un total de 3,225 ejemplares y del Centro Cultural 105 ejemplares.
Las actividades a realizar en la Biblioteca, se planificaron en febrero de 1987 dentro del proyecto de restauración del inmueble histórico. Iniciándose en el Taller de restauración de bienes muebles, la clasificación del material depositado en la biblioteca de Derecho, reportando que asciende a un total de 24,124 libros. El material clasificado anterior a los 50, reportó 3,046 ejemplares a conservación y restauración, 1,989 a encuadernación y 1,196 en buen estado. Retirando de la colección el material posterior a 1950, el cual fue depositado en cajas de madera mientras se define su traslado o ubicación en otras bibliotecas.
Al proyectarse la restauración del salón de la biblioteca se trasladaron las libreras al salón del decanato y el material documental se embaló en cajas. En el año de 1994, se logró la asignación presupuestaria para el Museo de la USAC logrando la instalación de libreras y se adaptaron al nuevo espacio designado. El material documental se ubicó de acuerdo al tamaño de las publicaciones.
Con el apoyo de estudiantes de EPS y practicantes de la Escuela de Bibliotecología, se inicio la clasificación, catalogación e inventario de la colección bibliográfica, pero no es un trabajo permanente por ser ocasionales la asignación. Por lo que se ha estado gestionando la plaza de un auxiliar de biblioteca para la continuidad de estas actividades.
Con el funcionamiento de la Biblioteca, también se considera la necesidad de establecer, un programa conjunto de conservación y restauración, que se encargará de la preservación de documentos en mal estado y de la encuadernación de los libros que por su valor cultural y científico merecen entrar a dicho programa, dictaminado por un Bibliotecario encargado.